martes, 14 de mayo de 2013

La intuición de saber hacer

Atreverse a jugar con elementos, componer espacios donde abunden objetos diversos y combinarlos es una tarea compleja. Teniendo los conocimientos necesarios, las asimetrías se combinan.



Muchas veces, a la hora de armar una casa nueva, hay elementos que pertenecieron a otras épocas que no pueden dejar de estar. En el caso de esta vivienda, la arquitecta Julieta Albino supo conjugar mobiliario nuevo con el que ya tenían los propietarios para lograr componer una armonía entre los distintos estilos. Planteada la premisa de que los ambientes debían ser livianos, se debió tener en cuenta también que era conveniente equipar la casa con mobiliario que no compitiera con la altura de las visuales que posee el terreno hacia el exterior.


El juego de sillones que se armó en torno al hogar, con la mesas en el centro. Usar muebles antiguos que tienen un motivo de estar, logran generar espacios descontracturados si se los mezcla con otros estilos.



Ante el pedido a Julieta para llevar a cabo el proyecto, se podría decir que dejó plasmado en los resultados, su capacidad de manejar muy bien el “saber hacer”. Logró imponer en los espacios a resolver, su propia impronta y buen gusto, a la hora de elegir el mobiliario para armar los espacios comunes de esta casa pensada para vivir a largo plazo.

Con piso entablonado y muros blancos, se montó un marco ideal para poder jugar con los distintos elementos que iban a componer el lugar. El sector de comedor se planteó con materiales actuales; por el otro lado, la zona de sillones aportan calidez y claridad. El estar diario se planteó desde el punto de vista de armar un espacio descontracturado y limpio. La opción de utilizar un mobiliario ecléctico fue la opción para diferenciar los sectores dentro de ese mismo espacio, convirtiéndolo en un lugar funcional.

La mesa cuadrada de vidrio arenado con patas de acero inoxidable brindan al espacio liviandad, brillo y neutralidad. Las sillas de diseño, con acabado en PVC inyectado, en color blanco, afirman la elegancia y ligereza del sector. Sobre la mesa, una lámpara colgante de acrílico negro, es el último elemento que forma la composición de la zona de comedor.


Una imagen del estar completo donde se puede apreciar los estilos utilizados para definir sectores. La combinación de materiales y texturas que conviven en un mismo espacio. Los muros limpios, con dos cuadros que aportan el color necesario al lugar.


La mesa principal de vidrio y aluminio. Fue elegido este estilo para darle ligereza al espacio, que pudiera limpiarse fácil y que cambiara el estilo con el sector de sillones.

Sobre el sector que se ubicaron los sillones, los dueños de casa tenían algunos muebles que debían estar presentes por el carácter sentimental de haberlos conservado. Es así, como un juego de sillones blancos de estilo llegaron a ocupar parte importante del mobiliario. Se lo combinó con sillón de doble cuerpo de líneas rectas, generando mediante el contraste con los detalles del sillón blanco, una combinación de estilos que definen el sector. En el centro de los sillones, la arquitecta, tuvo la certera idea de colocar dos mesas de arrimo que permiten jugar con el espacio.

La ubicación de escritorio en la circulación permitió aprovechar el espacio, no solo por su utilidad, sino también dándole vida al sector. Una butaca de colores intensos se retapizó con motivos de flores, dándole un toque divertido.

Ambas mesas de roble de vasija, poseen rueditas que permiten desplazarlas por el espacio según la necesitad. O simplemente, permiten ir cambiando el orden de cómo presentarlas.



La luz general del espacio está compuesta por dicroicas colocadas rítmicamente a lo largo de todo el estar. Solo baja la lámpara hacia el centro de la mesa. Con el sistema de dimerización que posee, se puede jugar a crear atmosferas diferentes.

Accediendo a la planta alta, se ubicó sobre la zona de circulación el espacio para el escritorio. Una gran mesa blanca que se extiende de punta a punta entre los muros que lo contienen. Para cortar con tanta longitudinalidad, se decidió colocar la cajonera hacia el centro. Hacia arriba del tablero central, se hizo armar una biblioteca con estantes para libros. El toque de color se le dio la silla también restaurada para el espacio.

Un tapizado muy colorido con motivo de flores, le da alegría y color al espacio. Sin lugar a dudas, dejarse llevar para armar espacios es la tarea más linda de este rubro. Perderle el miedo a la mezcla de estilos sabiéndolos combinar, usándolo para dividir o sectorizar dentro de un mismo espacio es una herramienta que evidentemente funcionó bien para esta vivienda.

Una imagen del acceso a la vivienda. Una visual minimalista, con muros rústicos, se colocó una banqueta de cuero negro que acompaña bien con la limpieza de elementos que se quiso evocar en este sector.